Buscar

lunes, 3 de septiembre de 2012

Heracles

La existencia requiere de sacrificio. 

No un sacrificio cualquiera sino el convertirse en soporte. Soportar el peso del mundo en los hombros. Devenir Atlas. Y el peso del existir no es un peso cualquiera. Es el peso de la historia. El peso del amor. El peso de los compañeros. El peso de los padres. Pero ese peso nos da un lugar. Nos hace.


He ahí el dilema. ¿Qué hacer con ese peso?

¿Quién soy yo entonces? Heracles. No recibo ese peso sino que apenas lo aguanto; lo tiro al resto. Mas ese peso me hace existir. Me enseña a vivir. Inscribe la existencia en mi cuerpo. Y la vida sólo es vida si hay muerte; dolor.

¿Quién soy yo entonces? Historia. El peso de alguien más.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tú eres parte de mi historia... yo soy parte de la tuya y eso ha hecho que el peso sobre mis hombros pueda ser compartido a tu lado, que tal peso no me aplaste, que no asole mi vida y la convierta en un transitar sin sentido <3

Unknown dijo...

El sentido de mi historia deviene al compartirla. Mi historia es parte de la tuya y vice versa. Así, la vida se hace llevadera al comprender que no estamos solos en ella. Y qué mejor que compartir nuestra historia juntos y sostenernos el uno en el otro. El amor, aunque pese, hace del peso de la vida llevadero e incluso deseable. Y es por eso que en tus brazos busco consuelo <3<3