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sábado, 29 de diciembre de 2012

Capítulo I - EL PRINCIPIO Y LOS EVENTOS QUE ANTECEDIERON: INTERROGACIÓN


Nave de la Compañía asaltada camino al sistema Gliese
El vehículo de la Compañía, en camino a la subsidiaria de construcción de la empresa, llevaba a un supervisor hacia las oficinas del sistema Gliese. A esta hora no hemos podido contactar a dicho supervisor, pero la organización ha emitido un comunicado público desde su cuartel general. El director Sr. John Wu Wilkinsson declaró que “los culpables serán encontrados. Tenemos a nuestros mejores hombres y mujeres en eso. Serán llevados ante la justicia”.

¿Sabe, joven? ¿Sabe usted quién soy? Se pasaba un paño blanco por las manos, intentando casualmente limpiarse de la sangre de la muchacha sentada frente a él con un hilo de sangre corriendo desde su boca. ¡Pero claro que sabe quién soy! ¿O le queda alguna duda aún? Necesito respuestas.

Dos guardias en uniforme traían a la joven desde la sala de interrogación. Serios, dignos y comprometidos; el parche en sus brazos leía TLC: Transplanetary Living Company. La muchacha entraba con ellos con la frente en alto, o al menos eso trataba de aparentar, pero el miedo salía hasta por los poros. Y él podía oler su miedo. Señaló hacia la silla y prosiguieron a ubicarla ahí; no le ataron ni las manos ni los pies, tenían la confianza de que él iba a hacer bien su tarea. ¿Por qué iban a dudar de eso si es el mejor que hay en lo que hace? Señorita Pérez. Su voz era más bien aguda, incluso chillona a veces, pero con un toque de arrogancia que permeaba todo lo que decía. Pero de eso duda no habría, era cosa de verlo. Con el uniforme impecable, varias franjas y medallas, la frente siempre en alto y sólo miraba a los ojos cuando iba a dar una orden. Deja entonces su gorra sobre la mesa. Usted me disculpará señorita Pérez, pero a pesar de todos los avances en tecnología. Pasa la parte posterior de su mano por la piel cristalina de la joven, rozando sus labios perfectos con su pulgar. Éste sigue siendo la mejor forma de obtener información.

No era secreto para nadie lo que habría de suceder cuando la llevaran al cuarto “del fondo”. Los guardias lo sabían y ella podía intuirlo. Sin miedo mantenía las patas abiertas y la espalda erguida hasta que lo escuchó subirse el pantalón. Los guardias continúan mirando como lo habían hecho todo este tiempo. ¿Lo pasaron bien chiquillos? ¿Quieren que lo preste una vez más? Quizás alguno de ustedes quiera hacer algo conmigo. No. Estoy segura que la tienen demasiada chica igual que este otro, no voy a sentir nada. Quizás si los tres vienen al mismo tiempo. Ella tenía claro que uno de los grandulones tenía la llave para salir de la sala, pero no estaba segura cual, y estaban demasiado lejos para hacer algo. Los necesitaba cerca y con la guardia baja, o no había forma de salir de ésta.

¡Cállate puta de mierda! ¿Cómo se te ocurre decirnos estas cosas? Y el puño de uno de los guardias contacta con fuerza con su mejilla. Ya lo esperaba, incluso estaba preparada para algo más fuerte. Tenía que reír fuerte, eso los asustará. Por supuesto que no podían creer que estuviera riéndose, y menos de ellos, y menos aún tras un golpe, no en las condiciones en las que se encontraba. El teniente arrogante levanta la mano para golpearla nuevamente, pero ella logra detenerlo que su brazo, tras lo cual gira con la silla para golpearlo con el metal helado de ésta en su estómago. ¿Lo disfrutaste conchatumadre? Ahora un fierro en la cabeza, nuevamente con la silla. Fue sólo un golpe, pero suficiente como para que perdiera el conocimiento. La mujer rápidamente escupió sobre el teniente y terminó de soltarse, para enfrentar a los guardias.

Tengo una idea, si se noquean mutuamente y me entregan la llave, no los mataré. Por supuesto que ellos se rieron en su cara, cargando hacia ella con todo el ímpetu de un ataque. Cerdos machistas. Bastó una patada hacia arriba en la quijada al de la izquierda y otra bien puesta en la boca del estómago del de la derecha para que se acabara el asunto. El interrogador intenta sacar su arma, pero un golpe en la quijada lo noquea.

Los tres seguían medio conscientes mientras ella les baja los pantalones y aplasta sus genitales con su bota. Gracias por el viaje chiquillos, nos veremos en otra ocasión. Mientras se limpiaba la bota con el paño del teniente encontró la llave en el cuello del más grande de los guardias. Bueno, ya pasó lo más difícil, ahora a salir de acá. El problema era que no tenía idea cómo es que había llegado hasta ahí ni cómo salir, menos en qué iba a poder escapar. Gracias putos, al menos podrían tener un mapa.

Ciudadanos de las colonias desaparecen tras crisis de seguridad en las fábricas
3 trabajadores más de la TLC han desaparecido tras el colapso debido a una falla estructural en un sector de las fábricas de Gliese 667 Cc. Este número se suma al de otros trabajadores cuyos cuerpos no han sido encontrados en una ola de problemas de seguridad y prevención de riesgo en las fábricas de varias empresas transplanetarias.

Nada ha cambiado, se decía a sí mismo. Sigo necesario. Continúo fundamental. Nada de esto podría funcionar sin mí. Pensaba, mientras se masturbaba con un holograma de robot de seguridad. Ni dos minutos después: su uniforme sobre la cama, ducha, lavarse los dientes, leer el diario y desayunar. Disfrutaba su trabajo. Quizás demasiado. Pero era necesario. No lo decía él, sino los múltiples evaluadores psiquiátricos que había tenido durante su carrera como oficial de seguridad en la Compañía. Si no fuese por ese placer, hace tiempo que habría sido necesario internarlo o drogarlo. Bueno, con drogas distintas.

Aspiraba NEO-23 antes de salir, un golpe de energía feroz. Acariciaba el parche de su uniforme mientras se dirigía a su vehículo. Hoy sería un día interesante, pensaba. Buenos días. Encendido. La inteligencia artificial encendía el vehículo. Primera hora de la mañana a buscar a la joven y sacarle la información necesaria. Computadora, muestra el archivo del caso de la Orion-34 TLCS en el parabrisas; avísame si voy a chocar. Mientras manejaba se encontraba revisando el caso: sospechosa de participar en el robo de la nave de la compañía la semana anterior. No tenía antecedentes policiales. Trabajadora de las fábricas de Gliese 667 Cc. Nada destacaba. Una sonrisa se esbozaba ya en su rostro. Esto será interesante, un archivo tan limpio y con nada extraordinario algo debe esconder.

Alguna canción sonaba en la radio, el teniente cantaba con fuerza. Hace 3 años que lo habían promovido a teniente en el ejército de la Transplanetary Living Company, encargado de las interrogaciones de alto perfil. Nadie ataca y roba de una nave de la compañía y no paga por ello. La orden para interrogarla vino desde la gerencia, por lo general sucede cuando es algo importante. Y cuando es importante, por lo general lo llaman a él. Tenía que comprobar que ella efectivamente había estado implicada en el asunto y determinar quiénes la ayudaron y de donde obtuvo la nave con la que lo hizo.

De todas formas ella iba a ser imputada por lo sucedido, el Tribunal Interempresa se encargaría de lograr eso, y la Compañía lo facilitaría por supuesto. Llega a la sala de Interrogaciones Mayores, su patio, su sala de juegos, y llama a dos guardias que se encontraban en el pasillo. Tráiganla.

Historiador de Netco afirma que la Tierra existe
En el programa de televisión Good Company, el historiador de la Compañía afirma que la tierra debe existir, y que, de ser así, estaría completamente destruida. Declara que “algo tiene que haber llevado a la humanidad a huir de su planeta y colonizar otros”, añadiendo que el ritmo de la industria que debe haber tenido la tierra en sus últimos momentos habría sido suficiente para volverla inhabitable.

Nuevamente vuelvo a soñar con la Tierra. Y es tal cual como la muestran las películas y los dibujos de los artistas y los libros. Sueño con su brisa fresca y el ruido del mar. Que ganas de ver el mar. Y las cascadas y los ríos. Mierdamierdamierda. Se levanta de un salto y se dirige al baño. Las luces se van prendiendo automáticamente iluminando su camino, hasta que logran predecirlo y marcan hacia donde debe ir. Sólo sonaba el ruido de orina cayendo. Eran las 5 de la mañana en Gliese 667 Cc.

Hora de prepararse para ir a trabajar. No se preocupó de duchar esta vez, lo había hecho el día anterior. Desayunó lo primero que encontró en las reservas de alimentación, ni idea a que sabía. Dicen nombres de frutas u otras cosas, pero era todo tan artificial, y nunca había podido comer la fruta fresca, que dudaba de la veracidad de las etiquetas.

Rápidamente, un poco atrasado para variar, perdido en sus pensamientos, el trabajador se dirigía al autobús. No le gustaba llegar al trabajo manejando, hacía volver ya después de su turno, algo complicado. Prefería dejar que la empresa se hiciera cargo de él para estas cosas; tenía que aprovechar. Hola Hola Hola Hola. Saludó cordialmente a sus colegas, pero finalmente se sentó solo atrás. Nadie lo molestaba. Igual era intimidante. Macizo que era, y con su cara siempre seria, resultaba bastante intimidante. Pero eso no lo molestaba en realidad, quizás facilitaba un poco las cosas. Disfrutaba de su soledad; le permitía contemplar la vida. Y más en el trabajo de mierda que tenía, que por supuesto tenía sus cosas a favor, especialmente su sueldo y el estatus que le daba.

Buenas tardes, Shin. Buenas tardes, señor. El portero tan amable como siempre. Si las condiciones en las colonias no eran terribles. El sueldo era más que decente para los trabajadores de la compañía y las posibilidades de elección eran infinitas; todos tenían un puesto en la compañía que fuese dueña del sector en el cual nació, de acuerdo a las capacidades que fuese desarrollando. Ésta pagaba su educación en cualquier establecimiento educacional que los padres quisieran para su hijo: la oferta de colegios, todos manejados por las empresas, era heterogénea, contando con proyectos educacionales y metodologías de aprendizaje distintas. Llegaban los últimos productos inmediatamente desde la fábrica y todos podían acceder a ellos. Habían áreas verdes lo suficientemente desarrolladas para que los niños jugaran y uno pudiese caminar, aunque los centros comerciales eran ya el centro de cada ciudad, verdaderas moles, monumentos a las empresas.

Una vez en su oficina, se sentaba en su silla, acercaba el teclado e iniciaba el protocolo de trabajo. La silla se inclinaba y dos agujas se dirigían a la base del cuello, una por la izquierda y otra por la derecha. Cuatro electrodos se pegaban a su frente y dos guantes se acomodaban en sus manos. No era fácil lograr la comunicación con las máquinas. La droga entraba a su sistema rápidamente una vez inyectada, y pronto empezaba el trabajo en la línea de ensamblaje. No era fácil ser operador de máquina, pero tenía sus pros.

Servicio de Salud Interempresa aprueba droga MID-05 para trabajo con máquinas
Hoy, en un comunicado oficial de la organización Interempresa, se confirma la aprobación de la droga MID-05 para el trabajo con máquinas. La droga, que según el Servicio de Salud no tiene efectos secundarios mayores, permite a operarios manipular las máquinas telepáticamente a través de la conexión con los implementos necesarios. Afirman que el uso de esta droga mejoraría exponencialmente las condiciones laborales de los trabajadores de las empresas y se espera pronto administrarla de forma masiva.

Pero no tenían un mapa. Debería haber robado la interfaz de alguno de los guardias. Corre por los pasillos oscuros, no había alarmas ni soldados corriendo para buscarlos ¿qué tiene que hacer una para llamar la atención? Quizás no sería tan complicado salir de acá. Recuerdo haber pasado por este pasillo ¿o era otro? Puta. Putos guardias que me tenían dopada. Mira entonces hacia arriba y decide meterse por el sistema de ventilación. Y suena la alarma. Okey, quizás no quería tanta atención.

Escucha sujetos armados trotando debajo de ella, mientras gateaba por el sistema de ventilación. Qué bueno saber que las cosas no cambian tanto realmente. Suena entonces su implante auditivo. Contesta. ¡Mierda! ¿Qué te pasó? ¿Qué te hicieron? Nada. Bueno sí, me llevaron al interrogatorio, después te cuento. ¿Seguiste la señal? Si, la tengo acá. Te estoy esperando afuera. Bien, tengo que pasar a buscar algo por acá y nos encontramos afuera, mantente fuera de alcance. Corta.

A dónde está a donde está. Ajá. Ve un computador en la sala de abajo, de ahí puede extraer la información. Se cuelga de la rejilla y baja hacia la habitación. Escucha pasos por afuera, pero no entran. Lástima que no había traído un Campo de Distorsión Visual, podría infiltrarse fácilmente de esa manera. Pero este plan era mejor. Más entretenido por lo menos. Además que defensas contra eso tendrían ya estas compañías, probablemente no hubiese durado ni cinco minutos con un CDV en estos pasillos. Pero ya nadie espera que alguien entre por la ventilación mientras se escapa de los interrogadores que la habían capturado por asaltar esa nave.

Aun así, no tendría tiempo de sacarlo todo. Plantemos un virus para robar información y subirla a un servidor clandestino; todo es más fácil así. Vuelve a subir por el sistema de ventilación.



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